Toda dificultad eludida se convertirá más tarde en un fantasma que perturbará nuestro reposo.
Fue un gusto conocerte, saber de ti, conmoverme con tu historia, sentir compasión por tu amor por la música y sonreír al verte sonriendo al ritmo de aquella canción que tanto te gustaba pero yo desconocía y me ayudaste a entender. Fue un gusto compartir mi música contigo, compartir alguno que otro secreto, mis estupideces y varias de mis alocadas anécdotas que tuve la suerte de poder contar en esta vida. Ahora eres tú otra de esas anécdotas, una historia más, una razón más para sonreír en esta enorme ciudad: fue un gusto conocerte MÁS y saber MÁS de ti.
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